Prueba del BMW Serie 2 Gran Coup

El nuevo BMW Serie 2 Gran Coupé es una vistosa berlina de cuatro puertas de estilo coupé basada en el Serie 1. ¿Qué tal funciona?
La variopinta gama Serie 2 de BMW tiene un nuevo integrante: se llama Gran Coupé y es una bonita berlina coupé de cuatro puertas que se suma a los Serie 2 coupé, cabrio y monovolumen. Ahora bien, hay que hacer un importante inciso aquí: que formen parte de la misma familia no significa que compartan raíces. Mientras que el próximo Serie 2 Coupé, previsto para 2021, mantendrá su motor longitudinal y su tradicional propulsión trasera –sería un delito no dar continuidad al fascinante M2–, el Serie 2 Gran Coupé está basado en el Serie 1, y por tanto lleva motores colocados en posición transversal y la tracción es delantera.
Hace unos meses, cuando me puse al volante del nuevo Serie 1, dije que para cualquier entusiasta, como tú o como yo, podría ser desilusionante que sucumbiese a la tracción delantera. Había dejado de ser un compacto especial para ser uno más, paradójicamente justo lo contrario a lo que reza su anuncio publicitario de televisión.

Sin embargo, el Serie 1 va francamente bien y, si lo piensas detenidamente, la tracción delantera era un movimiento lógico por parte de BMW, teniendo en cuenta que una parte muy residual de los potenciales clientes del Serie 1 se decidía por este modelo atraído por su propulsión trasera. Aunque los cerebros más entusiastas no puedan entenderlo, al grueso de compradores de un coche como el Serie 1 le es indiferente que el motor vaya conectado a un eje u otro.
Para esos clientes, además, el diseño es un aspecto trascendental. Incluso puede decidir una compra. Y aquí es donde juega el nuevo Serie 2 Gran Coupé. Este modelo, primera berlina que BMW comercializa en Europa por debajo del Serie 3 –en otros mercados existe un Serie 1 Sedán–, mide 4,53 m de largo, lo que son 21 cm más que el Serie 1, ganancia que corresponde en su integridad al voladizo trasero. Y su denominación Gran Coupé no sólo se justifica con la pronunciada caída que presenta el techo en su parte posterior, sino también con las puertas sin marco de ventanilla.

De inicio hay cuatro motorizaciones, dos de gasolina y dos diésel. Las primeras corresponden a las versiones 218i -motor 1.5 turbo de tres cilindros y 140 CV- y M235i -2.0 turbo de 306 CV-. Los diésel son un 216d -1.5 turbodiésel de tres cilindros y 116 CV- y 220d -2.0 turbodiésel de 190 CV-. Sólo el 218i puede llevar cambio manual y la tracción total únicamente está disponible en el M235i, donde es de serie.
La batalla es idéntica a la del Serie 1, así que el espacio para las piernas es el mismo. Sin embargo, hay un poco menos de altura debido al diseño de la carrocería. Aun así, no está mal para tratarse de una berlina coupé. Tan sólo el acceso resulta un poco incómodo, puesto que las pequeñas puertas traseras dejan un hueco algo estrecho.
Al igual que el Serie 1, cuenta con una serie de elementos que resultan clave, como el control vectorial de par –frena las ruedas interiores al giro– o el control de tracción ARB, que integrado directamente en la centralita del motor, promete un funcionamiento más limpio, preciso y rápido que los sistemas tradicionales.

Tomamos la llave de un 220d y comenzamos la prueba dinámica. No hay modo Sport+, pero en Sport la experiencia se vuelve un poquito más entretenida. Proporciona sensaciones idénticas al Serie 1: se siente estable, dinámico y fácil de llevar, aunque más 'soso' que los BMW con la tradicional propulsión trasera. La combinación de este motor, el cambio Steptronic y la tracción delantera es sensacional. Ofrece buena respuesta a cualquier régimen, mucha energía por encima de 1.700 rpm, y gasta poco: unos 5,7 L/100 km. Aun así, nos parece más recomendable la versión de gasolina 218i porque cuesta casi 10.000 euros menos y 'sólo' consume un 22% más, aunque sus prestaciones no son tan brillantes.
La dirección es más ligera de lo que quisiéramos, pero bastante directa. Y la suspensión, adaptativa en esta unidad, aporta un elevado aplomo en todas las esquinas y un correcto compromiso entre confort y firmeza. La motricidad en los cuatro neumáticos es adecuada en las curvas de amplio radio, no tanto en las más cerradas, o al menos no como tu cabeza tiende a esperar de un BMW.
El problema es que, en cualquiera de sus versiones, el Serie 2 Gran Coupé es rápido y agradable de conducir, pero no apasionante, y eso nunca ha definido a los productos memorables de BMW. De todos modos, me parece mejor compra el Serie 1, que va igual, tiene mejores plazas traseras y su maletero, aunque algo más pequeño -380 frente a 430 L-, no es mucho menos aprovechable.
El Serie 2 Gran Coupé es exactamente lo que esperaba, una compacta berlina coupé que proporciona una experiencia de conducción tan correcta que es terriblemente cercana a la de sus dos máximos rivales, como el Audi A3 Sedán y el Mercedes CLA. Es rápido y agradable de llevar a ritmo normal, pero en última instancia es un poco 'soso' porque ni transmite sensaciones deportivas ni se siente tan vivo como nos gustaría. Sin embargo, para todo aquel que busca en un BMW estatus, calidad, refinamiento, diseño, tecnología o agrado de uso, es decir, la mayoría de los compradores, es tan buena opción como cualquier otro BMW.
Versión probada: 220d Gran Coupé 190 CV
Motor | 4 cilindros, 1.995 cc, 4 válvulas por cilindro |
Potencia | 190 CV de 2.500 a 4.000 rpm |
Par | 400 Nm de 1.750 a 4.000 rpm |
Largo / ancho / alto | 4,52 m / 1,80 m / 1,42 m |
Velocidad máxima | 235 km/h |
0-100 km/h | 7,5 segundos |
Consumo mixto | 5,0 l/100 km |
Emisiones CO2 | 131 g/km |
Maletero | 430 litros |
Peso | 1.505 kg |
Cambio | Automático, 8 velocidades |
Tracción | Delantera |
Fuente: https://www.autofacil.es/bmw/serie2/2020/02/19/prueba-nuevo-bmw-serie-2/54756.html
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