Primera prueba del BMW X2 M35i

Primera prueba del BMW X2 M35i

La gama del BMW X2 tiene un nuevo tope de gama: la versión M35i. Se trata de un todocamino compacto con las sensaciones de conducción de un auténtico GTI, que combina un nuevo y generoso motor 2.0 de 306 CV y nada menos que 450 Nm con un afinadísimo bastidor y el sistema de tracción total conectable automáticamente mediante un embrague de discos en aceite.

Exteriormente, las diferencias son sutiles pero apreciables. Las llantas opcionales de 20 pulgadas (las de serie son de 19"), el generoso equipo de frenos y un color gris específico disponible para la carrocería (si bien las unidades que condujimos eran azules) son las principales modificaciones.

En el interior encontramos unos excelentes asientos deportivos, con ajuste eléctrico de la sujeción lateral y detalles exclusivos como los cinturones de seguridad con los colores diferenciados de los productos M Performance.

Al volante del BMW X2 M35i

Pero lo mejor llega cuando pulsamos el botón de arranque y el motor tetracilíndrico transversal nos devuelve un rugido ronco que augura que algo muy serio se esconde bajo el capó. Es un sonido parecido al de los Mini John Cooper Works y, no en vano, su arquitectura es similar, pero en este caso contamos con un buen puñado de caballos extra, algo que percibimos nada más iniciar la marcha. Este motor, por cierto, será adoptado también por los Mini Countryman y Mini Clubman John Cooper Works, pero esa es otra historia que ya contaremos cuando toque.

Desde el momento en que iniciamos la marcha, el motor empuja con ganas, desde abajo y sin lag€ o, al menos, con una latencia tan progresiva que consigue que no parezca que hay un escalón cuando aumentamos súbitamente la carga a bajas revoluciones. Del mismo modo, y aunque el medio régimen resulta brillante, BMW consigue que su propulsor respire con alegría a regímenes elevados, mostrando una fabulosa capacidad para subir de vueltas independientemente del rango de revoluciones en el que nos estemos moviendo. Es un motor extremadamente dócil, potente y suficientemente elástico, capaz de moverse cómodamente tanto en la zona alta como en las inmediaciones del régimen de ralentí.

Y lo mejor de todo es que podemos dar gas sin contemplaciones desde parado, con el volante girado o con firme deslizante, ya que el acoplamiento del tren trasero se produce con extrema rapidez, impidiendo que se desperdicie la potencia haciendo patinar alguna de las ruedas delanteras y minimizando, así, la actuación restrictiva de los controles de tracción y estabilidad. Con muy buen criterio, BMW ha preferido no ofrecer este motor en las versiones sDrive (de tracción exclusivamente delantera) y asociarlo inseparablemente al sistema xDrive de tracción total conectable automáticamente.

A la hora de trasladar toda la potencia al suelo también juega un papel fundamental el cambio automático de engranajes planetarios acoplado mediante convertidor de par, que es también un elemento estándar en el X2 M35i. A pesar de tratarse de una compacta caja transversal, gestiona sin complejos una cantidad elevada de par, y en el modo Sport nos sacude en la espalda sin contemplaciones cuando subimos marchas con la leva derecha sin levantar el pie del pedal del gas, mostrándose en todo momento muy superior a las habituales cajas de doble embrague.

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Y si te lo quieres tomar con calma, en el Modo Eco Pro el cambio tiene la capacidad de desembragarse para permitir la circulación a vela. Circulando en este modo con el control de crucero adaptativo, resulta fácil ver consumos medios en torno a los ocho litros cada 100 kilómetros en el ordenador de a bordo.

Dinámicamente, resulta impecable. Los frenos (sobredimensionados en esta versión y con pinzas fijas para el tren delantero) ofrecen un extraordinario mordiente, la dirección es rápida y precisa, las suspensiones son firmes pero no incómodas... Quizá nos han gustado algo más en modo Comfort que en modo Sport, ya que en este último parece haber una leve desavenencia entre la elasticidad de los muelles y la rápida respuesta de los amortiguadores cuando les hacemos trabajar en modo Sport, que se traduce en oscilaciones de alta frecuencia sobre firmes levemente ondulados y que se soluciona volviendo al modo Comfort.

En resumen, estamos ante un todocamino con alma de GTI, perfecto para un uso diario e increíblemente dinámico si queremos hacer una "vuelta rápida". Y si aún no estás convencido, ahí van unas cifras: 250 km/h de velocidad máxima limitada electrónicamente y una aceleración de cero a 100 km/h en 4,9 segundos.

Lamentablemente, no podemos decirte nada de cómo se comporta fuera del asfalto, ya que la toma de contacto tuvo lugar exclusivamente por carretera por los alrededores de Múnich (Alemania). No obstante, por su planteamiento, cotas y neumáticos, entendemos que su uso off-road ha de limitarse a pistas sencillas, con el firme en impecable estado. En cualquier caso, esta falta de sensaciones fuera del asfalto es una perfecta para volver a subirnos otra vez, tan pronto como podamos, en este GTI de los todotocaminos.

 




Fuente: https://www.autofacil.es/bmw/x2/2019/05/20/primera-prueba-bmw-x2-m35i/50234.html

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