Ford Focus ST 2020: primera prueba
Hasta la llegada del próximo Ford Focus RS, la variante ST se convierte en la alternativa más deportiva de la gama Focus, tanto con el motor de gasolina 2.3 EcoBoost de 280 CV, como el diésel 2.0 EcoBlue de 190 CV. Hemos viajado hasta Niza, Francia, para conducirlo por primera vez.
Desde el lanzamiento del primer Ford Focus ST en 2002, todas las generaciones del compacto americano han contado con esta variante deportiva que transforma su diseño y, sobre todo, su carácter. Aquel modelo de finales de los años 90 empleaba un motor de gasolina de cuatro cilindros que rendía 170 CV y, ya en 2005, Ford dio un paso adelante con su sucesor, el Ford Focus ST con motor de gasolina de cinco cilindros y 225 CV desarrollado por Volvo. Con el siguiente relevo generacional, en 2012, el Ford Focus ST pasó a estar disponible con mecánicas diésel y de gasolina, la primera con 185 CV y la segunda con un bloque 2.0 de cuatro cilindros y 250 CV.
Ahora ha llegado el turno de lanzar la cuarta entrega de este compacto deportivo y, como su predecesor, llega con un motor diésel y con otro de gasolina, si bien esta vez el más ahorrador llega hasta los 190 CV y el más potente utiliza el mismo motor EcoBoost de cuatro cilindros que ya conocemos del Ford Mustang o del anterior Ford Focus RS, aunque en este caso rinde 280 CV.
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De momento, el bloque EcoBoost solo puede asociarse a un cambio manual de seis velocidades, como el diésel, pero más adelante podrá combinarse con una transmisión automática de convertidor de par con siete velocidades –no estará disponible para el diésel–, siempre con tracción delantera.
Ford Focus ST: así es por fuera
Para llevar a cabo la primera toma de contacto hemos viajado hasta Niza, si bien solo hemos podido probar la variante de gasolina. En el aeropuerto de la ciudad francesa nos esperaban varias unidades de color Orange Fury y Blue Performance, las dos tonalidades características del Focus ST; más allá de los colores específicos, el nuevo ST se diferencia del resto de la gama por los paragolpes, las taloneras, el alerón trasero, la doble salida de escape y las llantas de aleación de 19" que dejan entrever unas pinzas de freno pintadas en rojo.
Ford Focus ST: así es por dentro
En el interior son exclusivos los asientos delanteros Recaro tapizados en Cuero y Alcantara; además de envolver muy bien el cuerpo y ser calefactables, permiten adoptar una posición de conducción más baja y con las piernas más estiradas. También es específico el volante en cuero con selector de modos de conducción y el anagrama ST, así como el pomo de la palanca de cambios y los pedales de acero inoxidable.
Por lo demás, el Focus ST tiene la misma habitabilidad que cualquier Focus de cinco puertas y mantiene el maletero con 375 litros de volumen. Eso sí, está completamente equipado y, como parte de la dotación de serie, incluye faros delanteros Full LED, cámara trasera, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, pantalla táctil central de 8" con navegador, Apple CarPlay y Android Auto, alarma perimétrica o climatizador bizona.
Con el paquete Performance opcional añade un indicador de marchas, un sistema que simula la maniobra del punta-tacón –da un golpe de gas al reducir marcha–, iluminación ambiental multicolor, Launch Control para mejorar la aceleración desde parado y el modo de conducción Track Mode, que se suma a los programas de serie Slippery, Normal y Sport.
Ford Focus ST: así va
Pero lo que más distingue al Ford Focus ST del resto de versiones es su comportamiento. Los ajustes en el chasis y el motor 2.3 EcoBoost de 280 CV permiten a este compacto acelerar de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h. Con estas prestaciones, el nuevo Focus ST apunta directamente a rivales de la talla del Peugeot 308 GTi, el Hyundai i30 N, el Seat León Cupra o el Renault Mégane RS.
Y es que el segmento de los compactos deportivos tiene más representantes que nunca, por lo que Ford ha puesto toda la carne en el asador para desarrollar un modelo a la altura de las circunstancias. ¿Lo ha conseguido? La respuesta es sí. Nada más iniciar la marcha, la posición al volante, el sonido y la respuesta del motor y la dirección dejan claro que estamos montados en un modelo con extra de picante que empuja mucho y, gracias al turbo, desde bien abajo.
La dirección ha ganado peso y agilidad, por lo que los cambios de dirección se pueden hacer mucho más rápido que en el resto de versiones. También ayuda a girar el diferencial autoblocante electrónico accionado por dos embragues multidisco que se encargan de distribuir el par entre las dos ruedas delanteras. Este sistema es exclusivo de la versión de gasolina, mientras que el diésel cuenta con un control vectorial del par que utiliza los frenos para optimizar la motricidad en la salida de las curvas.
Aunque no llega al nivel de efectividad del diferencial autoblocante mecánico Quaife que monta el Ford Fiesta ST, este eLSD del Focus ST permite pasar por curva a una velocidad de vértigo, sean del tipo que sean, incluso si se trata de las cerradas horquillas de la Ruta de Napoleón por donde realizamos la primera prueba.
Los neumáticos Michelin Pilot Sport 4S de serie también se encargan de mantener al Focus ST pegado al asfalto; gracias a todos estos elementos, es muy difícil que el compacto americano pierda tracción o llegue a subvirar, de hecho, en el modo de conducción Track, se puede dar gas en plena curva mientras el diferencial trabaja para mantener la trazada deseada, aunque su labor en el programa Sport también queda patente enseguida.
Por otro lado, la suspensión específica es bastante firme en los modos Sport y Track, pero en los programas Normal y Slippery es mucho más confortable y filtra mejor las irregularidades del terreno. Activando los modos Normal y Slippery también se puede disfrutar de una dirección más asistida y el sonido del motor deja de estar tan presente dentro del habitáculo, puesto que una parte proviene de los altavoces y en los modos Sport y Track se amplifica mucho más.
A modo de conclusión, se puede decir que el Ford Focus consigue el equilibrio perfecto entre rapidez y comodidad, cumpliendo así con lo que se espera de un compacto deportivo. La puesta a punto y el motor sacan lo mejor de esta cuarta generación del Focus y permiten disfrutar de él en cualquier carretera, pero sobre todo en los tramos de montaña; por su parte, los modos de conducción bien diferenciados consiguen suavizar el carácter del ST cuando la situación lo requiera.
Todo aquél que necesite una dosis extra de radicalidad, tendrá que esperar al próximo Ford Focus RS y, en caso de dar prioridad a los consumos sin renunciar al comportamiento deportivo, la mejor alternativa será el Ford Focus ST 2.0 EcoBlue de 190 CV.
Ford Focus ST: disponibilidad y precio
Por último, hay que hablar del precio y, de momento, el único que conocemos es el del Ford Focus ST de gasolina con carrocería de cinco puertas, que ya está disponible desde 35.150 euros; Ford anunciará a lo largo de las próximas semanas el precio del Focus Focus ST diésel y de la variante con carrocería familiar
Ficha técnica: Ford Focus ST 2.3 EcoBoost 5 puertas
Motor | 4 cilindros turbo, 2.261 cc |
Potencia máx. | 280 CV (206 kW) a 5.500 rpm |
Par máximo | 420 Nm de 3.000 a 4.000 rpm |
Cambio | Manual de seis velocidades |
Tracción | A las ruedas delanteras |
Suspensión | Delantera de tipo McPherson y trasera de paralelogramo deformable |
Dimensiones | 4.388 / 1.825 / 1.458 mm |
Peso | 1.508 kg |
Neumáticos | Delante 235/35 R19 |
Velocidad máx. | 250 km/h |
0-100 km/h | 5,7 s |
Consumo combinado (NEDC) | 7,9 L/100 km |
Fuente: https://www.autofacil.es/ford/focus/2019/07/15/ford-focus-st-primera-prueba/51338.html
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