Audi AI:TRAIL: el futurista todoterreno ecolgico de Audi

Audi ha sorprendido en Frankfurt con el AI:TRAIL, un prototipo futurista de todoterreno que hemos podido ver en vivo, en exclusiva, antes de su presentacin en el Saln.

El Audi AI:TRAIL es el cuarto y último prototipo de toda una familia que plantea futuros modelos especializados, sin compromisos, para responder a diferentes necesidades. Así, siempre bajo la premisa de la movilidad sostenible, la familia AI plantea innovadoras propuestas que podrían dar lugar a vehículos de producción durante la próxima década.

Kia ofrece un modelo electrificado para cada necesidad

El caso del AI:TRAIL es especialmente interesante por varios motivos. En primer lugar, Audi nunca ha tenido un verdadero todoterreno; no al menos desde la desaparición del DKV Munga, en el ya lejano 1968. Y es un dato especialmente llamativo en un fabricante que ha hecho de la tracción total quattro su bandera.

Por otra parte, los todoterrenos extremos se han convertido en un mercado absolutamente desatendido que sigue teniendo una importante demanda, como demuestran el nuevo Suzuki Jimny, el no menos exitoso Jeep Wrangler y el renovado Mercedes Clase G, que, de alguna manera, podría ser uno de los más duros contendientes de un hipotético modelo surgido a partir de este AI:TRAIL.

Pero el prototipo de Audi busca realmente abrir un nuevo hueco, crear su propia demanda, ya que, como nos comenta Marc Lichte (Jefe de Diseño de Audi) en una presentación exclusiva del vehículo previa a su estreno en el Salón de Fráncfort (Alemania), la idea que ha querido materializar es la de "un todoterreno que te permite desplazarte conduciendo hasta el entorno natural con todo el equipamiento deportivo que necesites para que puedas desplegar tu ala delta, lanzarte al vacío y esperar en tu lugar de destino para encontrarte nuevamente con tu vehículo, que de forma autónoma acudirá al lugar en el que aterrices".

La máxima visibilidad como prioridad

El AI:TRAIL plantea una carrocería inspirada en un helicóptero, con una enorme superficie acristalada sin pilares B que permite controlar el entorno, ofreciendo incluso una visión directa de las ruedas delanteras. Si se desmonta la baca africana, también podemos ver a través del techo. La baca, por cierto, cuenta con cuatro drones dotados de luces led matriciales que actúan como faros principales del vehículo y pueden volar autónomamente junto al AI:TRAIL o delante de él para ampliar el campo de iluminación. Además, mientras dos de los drones se mantienen en vuelo, los otros dos se recargan, por inducción, en la baca.

Para desmontar este accesorio, las taloneras cuentan con amplios estribos laterales integrados en las puertas. Esta disposición impide, además, que nos manchemos los bajos de los pantalones al entrar en el vehículo, ya que el umbral de las puertas permanece limpio aunque el AI:TRAIL haya circulado por zonas embarradas o nevadas.

Con 4,15 metros de longitud, la carrocería es algo más corta que la de un Audi Q3, si bien resulta claramente más ancha (2,15 metros) y alta (1,73 metros), y sus enormes neumáticos se sitúan en las cuatro "esquinas" del vehículo para ofrecer unos ángulos de ataque y salida que prácticamente permiten encarar una pared. Precisamente los neumáticos son otro aspecto destacado, ya que su diámetro alcanza los 85 centímetros, cuentan con un sistema remoto de regulación de la presión y van montados sobre unas peculiares llantas de 22 pulgadas cuyo aro se mimetiza con los flancos de las cubiertas.

Aún más llamativos que los neumáticos son las suspensiones, con un esquema McPherson de largo recorrido para las cuatro ruedas en el que la precarga del muelle se regula mediante un soporte roscado en el cuerpo de los amortiguadores, los cuales, por cierto, son de dureza variable. De propina, pudimos comprobar sobre el terreno que Audi ha montado un sistema de ruedas traseras directrices, si bien no lo menciona en la documentación del vehículo.

Buenas cotas todoterreno

Gracias a esta arquitectura y a una plataforma completamente carenada, disponemos de una altura libre al suelo de 34 centímetros, un impresionante valor que contrasta con una profundidad de vadeo de 50 centímetros, inferior a la de, por ejemplo, un Jaguar I-Pace de producción en serie, que, al igual que este AI:TRAIL, es completamente eléctrico.

Así, el todoterreno futurista de Audi emplea cuatro motores eléctricos para avanzar, uno por cada rueda, lo que permite disponer de par "a la carta" en función de las necesidades motrices, sin árbol de transmisión interaxial, diferenciales, sus correspondientes bloqueos o cualquier tipo de conexión mecánica entre las ruedas.

El interior cuenta con espacio para cuatro ocupantes, si bien las plazas traseras están pensadas para un uso ocasional, y pueden convertirse en dos hamacas para disfrutar en la naturaleza. Y es que la conexión con el medio natural está presente en todos los aspectos del diseño; desde la amplia superficie acristalada hasta el uso de materiales reciclados para confeccionar los tapizados y los guarnecidos, pasando por la gama de colores, en la que los tonos tierra se combinan con superficies grises y azules.

A pesar de su aspecto minimalista, en el interior encontramos abundantes gadgets, tales como linternas (que también proyectan indicaciones de navegación sobre el suelo cuando las usamos en una ruta), prismáticos, botiquín o cantimploras. Además, hay zonas de carga tanto delante como detrás, ambas accesibles a través de amplios portones, e incluso un cofre trasero aislado del habitáculo pensado para llevar cargas sucias, como unas botas de montaña manchadas de barro después de una jornada de paseos por la naturaleza.

Interior minimalista

El puesto de conducción insiste en la idea del minimalismo, con un volante en el que solamente se conserva una sección del aro, un pedalier formado por superficies táctiles en lugar de palancas de primer grado y una ranura para depositar un teléfono inteligente en lugar de un cuadro de instrumentos convencional. Son tres de las típicas soluciones futuristas que, lejos de aportar mejoras, suponen una involución respecto a soluciones menos vanguardistas pero netamente más prácticas.

Pero lo que menos nos gusta del AI:TRAIL es que, funcionalmente, se trata de una maqueta estática, una imponente escultura a escala real en la que Audi plantea una interesante cadena cinemática sobre una no menos interesante estructura en la que abundan el aluminio y la fibra de carbono para lograr que el peso de este futurista todoterreno compacto no supere los 1.750 kilos, a pesar de contar con baterías de gran capacidad, las cuales, por supuesto, se ubican debajo del piso del habitáculo a fin de mantener el centro de gravedad lo más bajo posible.

Estas baterías deberían permitir al vehículo recorrer entre 400 y 500 kilómetros en carreteras o pistas en buen estado y hasta 250 kilómetros en condiciones de auténtico todoterreno.

Si bien la potencia máxima del sistema eléctrico alcanza los 405 CV, con un par máximo de 1.000 Nm, la velocidad máxima está limitada a 130 km/h. Esto permite, además, ajustar la relación final para disponer del doble de fuerza en cada rueda que si trabajáramos con un desarrollo que permitiera lograr 260 km/h, ya que, como en la mayoría de modelos completamente eléctricos, hay una única relación de transmisión.

Realmente, es imposible saber si dentro de unos años Audi lanzará algo remotamente parecido a este AI:TRAIL, pero sí que parece firme su intención de crear una familia de vehículos compartidos en la que cada modelo esté altamente especializado en cumplir una función. En esta familia, un todoterreno extremo podría tener mucho sentido, pero tenemos que reconocer que nos puede la ilusión.